El cine mudo, realmente nunca fue mudo del todo puesto que se sonorizaban las películas externamente para entretener un poco más al público. Durante los primero años del cine mudo la música se utilizaba como acompañamiento en directo y exterior a la proyección de la película, con el objetivo de atraer a un mayor número de público y de aminorar el ruido de fondo de la sala para facilitar la concentración de los asistentes.
Entre los precursores que ofrecieron al público la primera toma de vista animada se encuentran los alemanes Max y Emil Skladanowski, los estadounidenses Charles F. Jenkins, Thomas Armat y Thomas Alva Edison, y los hermanos franceses Lumiére.
Los actores mudos solían improvisar sus diálogos. Para complementar la falta de audio, se ideó un sistema de subtítulos agregados, mediante los cuales se añadían los diálogos. Surgió entonces el escritor de títulos (como se llamaba en la época) como un profesional de la era muda y tomó una importancia comparable con la del guionista. Los títulos tomaron importancia, convirtiéndose en elementos gráficos que ofrecían decoraciones de avance sobre la película.
Los actores mudos solían improvisar sus diálogos. Para complementar la falta de audio, se ideó un sistema de subtítulos agregados, mediante los cuales se añadían los diálogos. Surgió entonces el escritor de títulos (como se llamaba en la época) como un profesional de la era muda y tomó una importancia comparable con la del guionista. Los títulos tomaron importancia, convirtiéndose en elementos gráficos que ofrecían decoraciones de avance sobre la película. 
La proyección de las películas mudas estaba acompañada de música en vivo, por lo general, improvisada por un pianista o artista del órgano. Se comprendió muy temprano la importancia de la ambientación musical.
Dato curioso:
El cine mudo se convirtió en la principal
Fuente de empleo de los músicos de esa
Época, que acabó cuando apareció el cine...
Sonoro…
El cuerpo como expresión
El cine mudo requería un mayor énfasis en el lenguaje corporal y en la expresión facial, para que la audiencia pudiera comprender mejor lo que un actor estaba representando en la pantalla. Vistas retrospectivamente, algunas películas de la era muda pueden resultar extrañas, ya que puede dar la impresión que los actores sobreactúan de manera exagerada. No obstante, en algunas películas mudas las actuaciones son más sutiles, dependiendo del director y de la habilidad de los actores. La sobreactuación era un hábito que los actores frecuentemente arrastraban de la escena teatral, y los directores más familiarizados con el nuevo medio la desalentaban. En los años previos a la introducción del sonido se filmaron literalmente miles de películas mudas, pero un número considerable de ellas (algunos historiadores estiman que entre el 80 y el 90 por ciento) se han perdido para siempre. Las películas de la primera mitad del Siglo XX se grabaron en rollos de película de nitrato, que era inestable, altamente inflamable, y requería de una conservación cuidadosa para evitar que se descompusiera con el tiempo. La mayoría de estas películas no fueron conservadas; con los años, las grabaciones se convirtieron en polvo. Muchas de ellas fueron recicladas, y un número importante fueron destruidas en incendios. Por este motivo la conservación de películas ha sido una prioridad entre los historiadores de películas.
Las películas de Chaplin permiten en la actualidad congregar a públicos diversos para vivir y sentir a través del cine algunos de los momentos históricos más convulsionados de todos los tiempos, entre ellos, la Crisis del 29, la II Guerra Mundial, el capitalismo y el comunismo, retratados con un pensamiento profundo y un penetrante humor. Es común que con las películas actuales el espectador olvide el enorme trabajo que hay detrás de cada toma, es por ello que ofrecemos este espacio íntimo en donde se da a conocer todo el trabajo artesanal que hay en cada película muda. De esta manera se apunta a revalorizar el papel del hombre en la sociedad y a redescubrir el cine en sí mismo.
La película de Chaplin Tiempos Modernos cumplió 75 años de críticas al capitalismo. Aunque la película fue sonora, no tuvo diálogos. Sólo palabras sueltas, algunas de ellas inventadas. Pero pese a este cambio en pos de la popularidad del filme, la producción, con costo de 1.5 millones de dólares de la época, fue fracaso comercial, algo que no estaba presupuestado. Pero el tiempo, moderno o no, acabó dándole el lugar que merecía en la historia del cine y la convirtió en 1 de los más grandes clásicos de Chaplin, sin duda eslabón de la historia cinematográfica mundial.
Algunas de las mejores películas del cine mudo:
Modernidad que perdura en eltiempo
Algunas de las mejores películas del cine mudo:
-Metrópolis de Fritz Lang (Alemania, 1927).
Links relacionados con el tema: es.wikipedia.org/wiki/Cine_mudo
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