Los animales también tienen derechos
En este país así como en el resto del mundo existe un enorme desprecio por la vida animal e ignorancia respecto a sus derechos.
En Venezuela contamos con la desventaja en lo que a organizaciones y movilizaciones proteccionistas se refiere, existen muy pocas organizaciones que se encargan de las necesidades globales de los animales, quizás sea por el hecho de que los casos comúnmente vistos son pequeños en comparación con otros que puedan suceder en otros países, como por ejemplo: en Estados Unidos y países asiáticos, donde el consumo de perros y gatos es legal, la industria peletera (pieles), los experimentos en laboratorios de productos químicos para medicamentos o belleza, la venta ilegal de animales silvestres, los mataderos y el maltrato, entre otros. Pero eso no significa que aquí esas cosas no sucedan por el hecho de contar con menor difusión.
Casos extra limitantes como estos requieren de una organización que se interponga para tratar de evitarlo. Por el contrario, el más común en el país pero no menos importante es la tenencia irresponsable, es decir, antes de tomar la decisión de incorporar una mascota a nuestras casas hay que considerar si se cuenta con el espacio, el tiempo y el dinero para los cuidados básicos que un animal requiere, no es solo un tema de responsabilidad sino también de conciencia.
Existe una Declaración Universal de Derechos dedicada a los animales en general, fue proclamada el 15 de octubre de 1978 y aprobada por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Su importancia radica en que el amor inicial a otro ser vivo es el principio del amor a nuestros semejantes y una forma efectiva de evitar los crímenes de la humanidad.
Considera que todo animal posee derechos, que el desconocimiento y desprecio de dichos derechos han conducido y siguen conduciendo al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y contra los animales.
El reconocimiento por parte de la especie humana de los derechos de la existencia de las otras especies de animales constituye el fundamento de la coexistencia de las especies en el mundo. Es el hombre el que comete genocidio y existe la amenaza de que lo siga cometiendo. El respeto de los Animales por el hombre está ligado al respeto de los hombres entre ellos mismos. La educación debe enseñar, desde la infancia, a observar, comprender, respetar y amar a los Animales.
De esta manera, obteniendo información y admitiendo tal legalidad, la población irá tomando conciencia al respecto y será así como en un futuro los animales sean tomados en cuenta y sean respetados como lo merecen.
Walleska Urbina
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