El cambio climático afecta directamente al ciclo hidrológico y, a través de éste, a la calidad y cantidad de agua disponible para uso humano y ambiental. Así como el carbón es una medida de las causas de origen humano del cambio climático, el agua es una medida de su impacto. Con el fin de analizar el efecto del cambio climático sobre el agua, expertos de todo el mundo se reunirán durante muchos días, para dialogar por el agua y el cambio climático. El objetivo es llegar a acuerdos internacionales, basados en la equidad, para reducir la vulnerabilidad tanto de la sociedad como de la naturaleza.
La disponibilidad de agua para cubrir las necesidades humanas de producción de alimentos y energía y las necesidades de conservación de los ecosistemas se verá afectada por las variaciones en el ciclo hidrológico generadas por el cambio climático. Así, el cambio climático es el que determinará, en última instancia, cuánta agua habrá para cubrir estas necesidades.
El mundo enfrenta retos relacionados con el agua en muchas regiones; casi todos los países ya padecen problemas hídricos agudizados por el cambio climático. La competencia por el agua entre naciones, zonas urbanas y rurales o sectores productivos es cada vez más encarnizada. Los conflictos por agua podrían desencadenar migraciones masivas, escenarios violentos y acciones autoritarias.
El agua es fundamental para todos los aspectos del desarrollo económico y social, en especial para la salud, el saneamiento, la producción de alimentos, la producción de energía, la industria y la sustentabilidad ambiental; su importancia ha quedado plasmada de manera explícita en dos Objetivos del Milenio: reducir a la mitad, para el año 2015, la proporción de personas en el mundo que padecen hambre y la proporción de personas que no tienen acceso al agua potable; y de detener la explotación insostenible de los recursos hídricos mediante el desarrollo de estrategias de gestión de agua a nivel local, regional y nacional, que promuevan tanto el acceso equitativo como el abasto adecuado.
Las variaciones en el clima, la gestión del agua y el desarrollo económico están relacionados de manera estrecha. La vulnerabilidad frente a los desastres naturales que afectan la disponibilidad de agua frena el crecimiento de la economía y obstaculiza el logro de los Objetivos del Milenio.
Las decisiones que se tomen respecto al cambio climático afectarán de manera profunda a los recursos hídricos. Por lo tanto, es crucial que integren como base los factores de sustentabilidad ambiental, eficiencia económica, ordenamiento territorial y participación social.
Fuentes:
Enciclopedia Larousse
Vanessa Alvins
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