Los homicidios por encargo y ajuste de cuenta crean alarma en la población ante la mirada indiferente de las autoridades policiales, operadores de justicia y alto gobierno.
El homicidio es uno de los delitos que esta causando más estrago en la población venezolana, no hay un ciudadano en nuestro país que no halla sentido la acción de este flagelo a través de sus familiares, amigos o vecinos; Según fuentes policiales las diferentes bandas o grupos hamponiles que operan en los diferentes sectores, viven en un permanente enfrentamiento por el control de la venta de sustancia psicotrópicas y estupefacientes, robos de vehículo, residencias, secuestro y otros delitos, estableciendo sectores y localidades para su accionar delictivo, esto ha traído como consecuencia una lucha a muerte por control de ese territorio; y cuando un integrante de una agrupación entrar en una zona que no es su territorio, es considerado como una ofensa o una invasión de territorio, que es pagado con la muerte, originándose enfrentamiento entre los diversos grupo delictivo, cuyo saldo final es denominado por los cuerpos de seguridad como muerte u homicidio por ajuste de cuenta.
Igualmente el ajuste de cuenta entre los diferentes grupos delictivos, afecta sensiblemente la paz y tranquilidad ciudadana, en el sentido que estos grupos hamponiles cobran venganza de terceros produciéndose la muerte por encargo popularmente conocido como “Sicariato”, generando zozobra y angustia en la población ocasionando nuevos enfrentamiento entre bandas, así mismo, estas bandas delictivas en su desarrollo van tomando posesión de otras zonas para ampliar su territorio y esto lo consiguen eliminado a los integrantes de otros grupos delictivos para apoderarse de su sector.
Esta modalidad se ha incrementado o tomado auge en nuestro país en los últimos años, como consecuencia del deterioro del Sistema Educativo, el continuo enfrentamiento del sector oficial con los otros factores que hacen vida en nuestra sociedad, y la no existencia de políticas claras en el sistema de seguridad y el crecimiento desmesurado de la impunidad por la poca efectividad de nuestro sistema de justicia.
Ali Gabriel Olivero M.
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