Referirnos al sistema carcelario en Venezuela, es hacer énfasis de zozobra, hacinamiento, odio, hambre, narcotráfico, muertes, homicidios entre otras muchas razones que abundan diariamente en nuestras cárceles Venezolanas.
El fondo de la situación refleja en si, ilimitados delitos que ocurren diariamente dentro de estos “depósitos”.
“Alrededor de 13.5000 reclusos, en las cárceles de Yare, El rodeo I y Rodeo II se mantienen firme ante la huelga de hambre” El Nacional, sección sucesos, Caracas 13 noviembre2010. El sistema penitenciario sufre muchas carencias desde todos los puntos de vista, tanto desde el carcelario como el que lo vive indirectamente desde fuera, ya sean familiares, y amigos de los detenidos.
La raíz de la injusticia es una línea invisible, no podríamos precisar con exactitud en que momento las leyes decaen en contra quienes tienen la razón, y los inocentes terminan pagando años tras barrotes de acero.
Diariamente nos topamos en las noticias, con mas de un delito ocurrido dentro de alguna cárcel Venezolana, lo cual al pasar de los años esta contribuyendo a deteriorar mas al ciudadano que en un principio su fin, tras las rejas era el de mejorar, ya que esa es la idea de una sociedad con suficiente organización, mejorar al delincuente que tras las rejas permanece, lo que llamamos “reinserción social” caso contrario que vivimos en nuestro país.
Así mismo parte la causa del hacinamiento, es la mala distribución carcelaria en muchos de los casos los jueces ignoran las condiciones en que se encuentra la capacidad de reclusión del penal, así que por ende en nuestro país carecemos de un sistema eficiente que mantenga a los jueces acerca de este punto del cual nos afirma Luis Octavio Martín (Abogado penal de la Policía del municipio el Hatillo, encargado de la unidad de la atención a la victima).
Creo que el infierno se vive verdaderamente allá adentro, donde la comida es peor que el excremento, las camas son el rincón mas cómodo del suelo, y bañarse puede ser el milagro del día.
Lo que se quiere mostrar de esta situación, es el cambio que debería de dársele a estos llamados depósitos de humanos, pues como bien se ha señalado siguen siendo humanos los que allá dentro hacinados conviven el día a día.
Katherine Lemus
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