“No estás solo yo soy tu amigo”

       “Duerme niño duerme  ya que viene el coco y te comerá”. Venezuela en el año 1999 revivió el temor de la infancia de muchos, cuando bajo el puente Libertador del  estado Táchira encontraron  restos  humanos hervidos y sobre un fogón de leña.
       Vecinos de la comunidad alegaron  “que podían ser  integrantes de sectas satánicas, algún sádico resentido o hasta un asesino en serie”  sin embargo al llegar las autoridades policiales al lugar, se encontraron con un hombre de cabellos oscuros, barba descuidada  y vestidos con harapos quien respondió al nombre de Dorángel  Vargas bautizado por la sociedad como “El come gente”.
   
         Son muchos los rumores que rodean a este peculiar personaje  de los andes venezolanos, sin embargo su última aparición, fue tras las cámaras de Radio Caracas Televisión (RCTV)  cuando la periodista Ana Vacarella  logra entrevistarlo desde la prisión Santa Ana del estado Táchira.

            A través de una fuente clandestina,  después de  trece años  se logra dar con su paradero, actualmente se encuentra en los calabozos de la policía regional del estado Táchira,  consiguiendo una entrevista  exclusiva para este blog.

¿Dorángel para la gente, tú estás loco por haber matado a más de diez personas?

          “No estoy loco solo me gusta comer gente, cuando salga de aquí  vuelvo a comer  me gusta su sabor”.

 ¿Entonces eres un asesino?
    
            “Si yo soy un asesino  porque mato para comer y cuando pueda vuelvo a matar no como los que traen ‘Pa aca’ que matan por  robar yo mato para comer así como se matan a las vacas para dar comida”.

¿Pero las personas no son animales no te daba dolor cuando te pedían que no los mataras o que no les hicieras daño?

         “No estás solo yo soy tu amigo solo voy a comerte”

¿Así les decías?

        “Si ellos  pelearon conmigo,  los abrazaba y quitaba la cabeza, los apretaba como cuando matas a una gallina, los montaba al hombro y  me los llevaba  al rio, los bañaba le lavaba el pelo y el cuerpo”.

¿Qué hacías con ellos, como los comías?

        “Les daba color: hígado, pulmones, pajarilla, tripas, bolas, se le echa salsa se guisa con papas, las nalgas  le quita la piel y se ´fritan´ eso es mejor que el cochino, el corazón  le da sabor al hervido, las costillas  con sal y para el fuego le da gusto a  todo”.

         Sin embargo Dorángel comenta “Algunas veces  traen hombres  y los esposan cerca de la reja ´donde mi´ eso me dan ganas de comer”.

¿Quiénes son esos hombres  que esposan a tu reja?

        “Los doctores de azul”. Refriéndose a los policías “Dicen que vienen a visitarme, pero no me los puedo comer porque no tengo con que matarlos si no ‘poss ‘hace rato que me los ‘hubisera ‘comido y no como gente viva no me gusta no se dejan comer”.
  
          Con la declaración de Dorángel, causo curiosidad sobre quienes son  eso hombres que esposan a su reja. La fuente clandestina afirma “Es una medida para causarle miedo a los rateros que atrapan en la noche robando o vendiendo droga, es una especie de escarmiento”

¿Dorángel qué piensas al estar allí encerrado tras esas rejas?

          “Quiero hacer huecos, hacer huecos y más huecos”.

¿Huecos para qué?

          “Para comer  gente  y meterlos en la tierra”.
   
         Uno de los comisarios de la policía regional del Táchira comenta “No todo el mundo sabe de él,  creen que esta muerto debido al temor que se crea en la población con el solo hecho de nombrarlo”.
   
         Para nadie es un secreto los antecedentes que este temido personaje tiene, en 1992 fue detenido por el robo de ganado dándole 2 años de prisión.
    
         En el año 1995 fue internado en el psiquiátrico de Peribeca, (Pueblo  cercano a la capital del estado) debido a trastornos mentales, dado de alta en 1998 después de cumplir su tratamiento.
   
         Momento en el que inicia la terrible pero interesante leyenda de “El come gente”. Sarcásticamente ahora podemos sustituir la fábula del “Coco”” por la leyenda que hizo tan popular  a Dorángel Vargas aleas “El come gente”.

Fernando Marrero

Otros escritos

0 comentarios:

Publicar un comentario