FRONTERAS DEL PELIGRO

La realidad  venezolana  actualmente sufre de una de las torturas modernas más comunes en Latinoamérica, las estadísticas certifican que en nuestro país diariamente se secuestran de tres a cuatro personas entre las  7am y las 11pm.
Este no es otro que el mal que representa la inseguridad personal y sus trágicos efectos sobre una ciudadanía donde cada día se ve más  a merced del hampa, que pareciese llegó a sobrepasar los niveles de respuesta del Estado Venezolano para reprimirla.
Es importante destacar la migración de grupos armados provenientes de Colombia sembrando así el terror en toda  la frontera sobre todo en los estados Táchira, Mérida y Zulia, siendo los más afectados los propietarios de fincas ganaderas y productoras de alimentos. Las montañas de Santo Domingo pertenecientes a la cordillera de los Andes, es refugio de estos grupos armados, el sector popular más afectado por esta organización es el Piñal, en el que sus vecinos están cansados de ver como grandes camionetas dejan tirados a sus rehenes después de cobrar rescate.
Uno de los testimonios más  cercanos es el de un ciudadano cuyo nombre se mantendrá en el anonimato “Jamás pensé salir con vida” alega mientras cuenta el como fue secuestrado vía su finca, dos camionetas lo interceptan en la lengüeta de Barinas “Me llamaron por mi nombre y me dijeron esta secuestrado colabore y suba al vehículo” entre golpes y jalones lo sentaron en el asiento de atrás de una Explorer negra, donde le fue colocado un capuchón que le impedía ver hacia donde se dirigía.
“Me cambiaron de carro en más de cinco oportunidades” afirmo mientras que recordaba como se sentía la fría arma de la muerte sobre su nuca. En su caminata de dos días logro ubicar su paradero al ver donde doblaban los aviones del aeropuerto de Santo domingo cuando estaban  a punto de arribar.
“El estar atado a una cadena, durante quince días  viendo como la vida pasa en un momento me hizo reflexionar para ser una mejor persona y ser desprendido de los bienes monetarios”
Estando tan cerca y tan lejos de la ciudad, aun no corría mayor peligro debido a que aun estaba en Venezuela, sus captores le pidieron a cambio de su libertad 1200.0000 millones y una vacuna anual, vacuna que debe de pagar en efectivo cada Diciembre.
Dejando una reflexión a cada uno de los lectores, porque si estas victimas del secuestro que aun así pagan vacunas anuales para seguir con su libertad, saben donde encontrarse con sus captores, las autoridades competentes no hacen nada para solucionar  estos casos. ¿Será que entes gubernamentales están involucrados  en este tipo de secuestros?
Conociendo el testimonio de esta persona usted se sentirá seguro de transitar las vías que diariamente utiliza, vea a los lados y no de información a quien no conozca.
 Fernando Javier Marrero Rosales

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