Reinicia la campaña electoral en Haití

¿Puede el pueblo de Haití  confiar en los resultados del proceso electoral?. Ello no sólo garantizaría la estabilidad, sino que también fomentaría un mayor apoyo internacional y del sector privado.

Los candidatos a la presidencia de Haití, la ex senadora Mirlande Manigat y el cantante Michel Martelly, retomaron el 17 de febrero oficialmente las respectivas campañas proselitistas de cara al balotaje del 20 de marzo.

En la primera jornada de campaña, Martelly se anotó un punto importante: la estrella haitiana del hip-hop Wyclef Jean llamó públicamente a votarlo, y hasta viajó especialmente desde Estados Unidos a Puerto Príncipe para apoyar al representante del Partido Respuesta Campesina. Según el cronograma establecido por el Consejo Electoral Provisional (CEP), desde hoy los dos postulantes empezaron a recorrer el país para exponer sus programas, tarea que podrán hacer hasta el 18 de marzo, dos días antes de la compulsa.

La plataforma de Martelly promueve cambios en la forma de vida de los haitianos para cubrir las necesidades básicas de esa población, de la cual más del 80 por ciento vive en la pobreza. "Primero hay que dar el ejemplo. Si actúas de manera transparente y honesta, el pueblo tendrá conciencia y será tu amigo", explicó Martelly, quien planea trabajar con la Misión de Naciones Unidas para Estabilizar Haití (Minustah) y crear una fuerza nacional que garantice seguridad cuando los cascos azules abandonen el país.

Por su parte, Manigat, favorita para muchos, prometió "un gobierno honesto y humano, con un plan de desarrollo nacional por etapas", y se pronunció en favor de justicia social, luchar contra la corrupción y recuperar el sentimiento patriótico. Si gana el mes próximo, Manigat se convertirá en la primera mujer electa presidenta de Haití en comicios, porque el cargo fue ocupado ya por Ertha Pascal-Trouillot, entre marzo de 1990 y febrero de 1991, pero en forma provisional.

Martelly sumó hoy un apoyo que puede resultarle clave con el llamado de Jean a votarlo.  El popular cantante, quien también intentó infructuosamente presentarse como contendiente en la primera ronda electoral el pasado 28 de noviembre, acompañará a Martelly en la presentación de su plataforma política en Cabo Haitiano, consignó la agencia DPA.

"A todos mis seguidores, a los jóvenes de Haití, a los campesinos, así como a la comunidad internacional quiero decir que respaldo a Michel Martelly, mi hermano, mi amigo, un líder", declaró Jean en una rueda de prensa.

Para Jean, Haití necesita al frente del poder a una persona que no proceda de la elite política.
Los resultados de las elecciones y el nombre del sucesor del presidente René Preval deben darse a conocer el próximo 16 de abril, según el calendario establecido por el CEP.

El regreso del pasado

El ex dictador Jean-Claude 'Baby Doc' Duvalier (1971-1986) planea quedarse en Haití, donde espera ser elegido presidente, luego de regresar a Puerto Príncipe tras 25 años de exilio, cuando el país está sumido en una crisis política y humanitaria.  
"Necesitamos hacer todo para que las elecciones sean anuladas y se realicen nuevas elecciones en las que Duvalier pueda presentarse", dijo a la AFP Henry Robert Sterlin, un ex embajador haitiano en Francia.  Después, "¡bingo!'", sería reelegido, agregó Sterlin, quien se presentó a sí mismo como portavoz de Duvalier.   "Se quedará en Haití para siempre, es su país. Y participará en política. Es su derecho. Un político nunca muere", aseguró por su lado a la AFP Reynold Georges, uno de los abogados de Duvalier.  
A pesar de la efusiva declaración del ex embajador, varias víctimas del régimen de Jean-Claude Duvalier exigieron al gobierno haitiano hacer justicia y encarcelar al ex dictador por los crímenes perpetuados en sus 15 años de mandato brutal. Un grupo de 30 sobrevivientes o testigos de acciones violentas ejecutadas durante su gestión, envió una carta al presidente René Preval, al primer ministro Jean-Max Bellerive y al titular de Justicia Paul Denis.

Los demandantes pidieron tener en cuenta "la verdad sobre la dictadura hereditaria más sangrienta de la historia haitiana" y sentenciar a Duvalier, también apodado como Baby Doc. También manifestaron su indignación por la bienvenida ofrecida por algunos funcionarios serviles al ex dictador cuando regresó al territorio el pasado 16 de enero, luego de estar 25 años exiliado en Francia.

Asimismo, dijeron sentirse amenazados por los poderosos cómplices de Baby Doc que, como él, continúan en libertad y sin responder ante la ley por las atrocidades cometidas.

Tras su retorno al territorio caribeño, Duvalier fue acusado por la justicia haitiana de corrupción, robo, asesinato de miles de opositores a su régimen y apropiación indebida de fondos públicos. Además enfrenta, hasta el momento, 18 denuncias por crímenes de lesa humanidad, exilio forzado, detención arbitraria, destrucción de propiedad privada, tortura y violación de derechos humanos.

Jean-Bertrand Aristide, un ex sacerdote exiliado en Sudáfrica desde 2004, ha sostenido siempre que debió abandonar el poder por la presión de EEUU y Francia.  "Desde mi llegada al continente madre hace seis años y medio, el pueblo de Haití no ha parado de pedir mi regreso", aseguró el ex presidente en un comunicado enviado a la AFP.   "En cuanto a mí concierne, estoy preparado. Una vez más, manifiesto mi preparación para ir hoy, mañana, en cualquier momento", explicó Aristide.  

En medio de las dudas sobre la transparencia de los resultados de la primera vuelta y envueltos en una grave situación económica y sanitaria por la propagación del cólera, los haitianos asisten al desembarco de sus antiguos dirigentes.
El retorno de Aristide a la isla ha causado preocupación a Washington, que considera que podría ser "una lamentable distracción para el pueblo haitiano" en pleno proceso electoral, el primero tras el terremoto de febrero de 2010 que dejó 300.000 muertos y más de un millón de desplazados.
Aristide fue presidente de Haití unos meses de 1991 tras la salida de Duvalier y posteriormente ocupó de nuevo la Presidencia del país caribeño en el periodo de 1994 a 1996 y desde el 2001 al 2004.
En 2004, fue derrocado en un violento golpe de estado en el que participaron antiguos militares, y Aristide fue trasladado a Sudáfrica bajo custodia en un avión militar de Estados Unidos, país al que el ex presidente acusó de haberlo "secuestrado" para imponer otro Gobierno.
Pero numerosos haitianos organizan la acogida del expresidente Jean Bertrand Aristide, quién Según declaró este miércoles el abogado de Aristide, Ira Kurzban, el viaje "será antes de las elecciones", aunque no precisó fecha alguna (la segunda vuelta de los comicios generales es el próximo 20 de marzo).
El provenir de un país

La comunidad internacional ha reaccionado de una manera inédita. Según Naciones Unidas, a fines de diciembre ya se había entregado alrededor de la mitad de los 5.300 millones de dólares comprometidos por los donantes para los próximos dos años. De los cuales dos terceras partes ya fueron aprobadas para proyectos específicos de limpieza de canales y escombros, reconstrucción de viviendas e infraestructura y apoyo a la buena gestión económica y la educación, así como al desarrollo del sector privado.

Pero reconstruir la infraestructura destruida por el terremoto puede tardar más de 10 años. Sin embargo, se puede hacer mucho para ayudar a los haitianos en el corto plazo. En 2011, el país se concentrará en combatir el cólera, ampliar el acceso a la educación, continuar fortaleciendo la capacidad institucional y proporcionando alternativas a los campamentos en comunidades que cuenten con mejor equipamiento y donde las personas pueden reconstruir no solo sus viviendas, sino también sus vidas.

El mundo ha sido testigo de primera mano de la resistencia y la inventiva del pueblo haitiano. Por lo que  con su perseverancia y el apoyo inquebrantable de la comunidad internacional, se espera que Haití sea capaz de construir un futuro mejor.

Ángela Román

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