Actualmente vivimos en un país donde la ira y la violencia reinan todos los días. Ya no se piensa; la calma y la cordura son características personales que los venezolanos han perdido poco a poco.
Muchos envidian los lujos y los bienes materiales de otros y con odio se les amedrentan sin compasión alguna. Los asesinatos por robos son cada día mas comunes, los antisociales no solo se conforman con arrebatar un carro o una cartera, parece que la rabia y frustración de ellos por no tener lo que desean les vendara lo ojos e hiciera perder la conciencia de lo importante que es la vida de un ser humano.
Las personas enfermas de rabia en momentos de coraje no piensan las consecuencias de sus actos y no controlan su furia, lo que quizá pueda llegar a ser motivo de arrepentimiento. Esta situación se presenta generalmente en crímenes pasionales. Todas las parejas tienen diferencias, las cuales normalmente serian arregladas por medio del dialogo pero muchas personas usan el maltrato físico como modo de descarga, ahí fácilmente se llega a las armas, objetos contundentes y golpes que causan la muerte.
Caracas se ha convertido en una ciudad completamente peligrosa en todos los sentidos y en todos los lugares, ya en ninguna parte se esta a salvo completamente. Es lamentable observar y encontrarnos hundidos en una situación donde agradecemos haber conseguido con el robo y no la muerte. Los ciudadanos vivimos con miedo y preservar la vida se ha convertido en nuestra primera preocupación. Rezar cada mañana para que todos los integrantes de la familia regresen sanos y salvos luego de sus labores diarias, realmente es una costumbre o mas bien un habito del día a día.
Karellys Moreno
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