El delito de la extorsión es conocido como un atentado a la libertad de las personas, utilizando la violencia y la intimidación con fines de lucro.
En Venezuela existe la ley anti-extorsión, que castiga penalmente al individuo que comete el delito de extorsión con una pena de cinco a diez años de cárcel.
El autor de la extorsión ejecuta la acción de intimidar de manera psicológica y física afectando a la victima hasta que esta queda bajo su control.
Una variante es la extorsión telefónica, que consiste en llamadas de amenaza de muerte, muy común en nuestra frontera con Colombia, hasta las llamadas de estafa, donde se nos notifica que hemos ganado un carro o un viaje con los gastos pagos, hechas con la única intención de apoderarse de nuestro patrimonio.
En la actualidad es común escuchar casos de extorsión por parte de funcionarios públicos, como es el caso de Rafael Horacio de la Rosa, quien pertenecía a la Comisaría Nacional de Valores, acusado del delito de extorsión en la ciudad de Miami.
El secuestro y la extorsión son delitos que van de la mano, ya que persiguen objetivos en común, en algunos casos un rescate u obtener cualquier tipo de ganancia política o mediática. El secuestro y la extorsión constituyen una violación de los derechos humanos, afectan no sólo a la victima sino a la familia en general.
La extorsión es uno de los delitos que ha ganado más auge en Venezuela, atacando la paz y tranquilidad del núcleo familiar.
Atenas A. Ojeda Leon
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