Es probable que te preguntes si los reproductores de MP3 seguirán el mismo fin de los casetes de audio, gracias a la creciente popularidad de los teléfonos celulares y otros dispositivos multitarea. Los reproductores de audio dedicados están lejos de volverse obsoletos.
Los dispositivos de MP3 caen en dos grandes categorías: los basados en memoria flash y los de disco duro. Estos últimos llegan a almacenar hasta 180 GB en datos, aunque la mayoría de usuarios caracterizándose por ser un consumidor joven los prefieren de 8 a 30GB y ahora gracias a las ranuras de expansión, la decisión depende cada vez menos del espacio de almacenamiento.
En definitiva, en la industria de los dispositivos de música digital, las cosas han cambiado mucho. Los reproductores de disco solían tener mejores y más características, pero ése ya no es el caso; la competencia se ha emparejado. Aun los más pequeños ya incluyen sintonizadores de radio FM, entre otras utilidades.
¿Cuál es la mejor tecnología para un joven?
Dos factores importantes son la respuesta de frecuencia y la potencia de salida. Al evaluarlos, por lo general ambos dispositivos tienen respuesta plana excepto por el bajo, donde los dos tienen debilidades. Los audífonos sin embargo, son una gran influencia en la fidelidad de audio. Los que incluyen en los reproductores, por lo general, son poco eficientes.
Hoy en día, los reproductores incluyen una variedad de pantallas muy amplia. Los llamados LED son los más comunes, pero aunque ahorran batería y tienen ángulos de visión muy buenos, carecen de la resolución de las pantallas LCD que se están apoderando del mercado rápidamente.
Sin caer en abusos
Ahora bien, hay que tener sumo cuidado sobre todo si se desea tener una alta potencia en el sonido, al igual que al querer aumentar los mayormente nombrados “bajos” puesto que si se excede de un volumen regular (50 a 75% de la capacidad máxima que permita el dispositivo) hecho muy encontrado en el público joven, se tiene grandes posibilidades de quedar con disminución auditiva en un corto período de tiempo, entre otros problemas como la falta de concentración y dolores de cabeza, daños que pueden ser irreversibles cuando tan sólo se quería escuchar un poco de música.
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